Hagamos un stop en el fitness, el deporte y las dietas y pongamos sobre
la mesa un tema más serio que poco a poco llega a los oídos de más personas pero
que aún no cuenta con todo el apoyo que merece. Hablamos de las donaciones de
médula ósea como única esperanza para muchos afectados por la leucemia y otras
enfermedades de sangre, palabras que hemos escuchado en repetidas ocasiones en
televisión y otros medios, pero quizás sin prestar demasiada atención en
algunos casos. Lo que todo este tiempo nos quieren decir es que la vida de
estas personas está en las manos de cada uno de nosotros, pues su salvación será
una realidad sólo tras el trasplante y sustitución de las células enfermas del
paciente por las células sanas del donante. Pensemos por un momento, ¿somos
capaces de salvar la vida a alguien con una simple donación? Desde luego yo
no tengo duda alguna.
Antes vamos a aprender un poco más sobre el tema con algo de información
que recogí en su momento, que además es la condición número uno y que repiten
una y otra vez antes de ser añadido al registro, estar totalmente informado.
¿Qué es eso de la médula ósea? Nos explican que se trata de un tejido esponjoso
que se encuentra en el interior de algunos huesos y que cuenta con una gran
cantidad de células madre, las encargadas de producir glóbulos rojos, blancos y
plaquetas. En el caso de no funcionar correctamente, por enfermedades de la sangre,
necesitaríamos un trasplante que sustituya esas células que no cumplen con su
función.
Por otro lado, nos informan de que cada año 5.000 personas son
diagnosticadas de leucemia en nuestro país, de las que muchas necesitarán un
trasplante para superarla y además 3 de cada 4 no tiene un familiar compatible,
de ahí la importancia de incrementar el número de donantes. Para ello debemos
tener entre 18 y 55 años, gozar de buena salud y, eso sí, tener en cuenta que
será voluntario y altruista y que supone un compromiso, pues una vez estés
inscrito estarás a disposición para dar esas células madre de la sangre para
cualquier persona del mundo que lo necesite.
En el caso de sentirte 100% seguro y totalmente informado para unirte al
registro contactarán contigo para decirte dónde tienes que acudir y en qué
horarios y, una vez allí, te extraerán una muestra de sangre con el
procedimiento de una analítica normal de las de toda la vida. Posteriormente
recibirás una carta confirmando tu registro, y quedarás disponible y a la
espera desde ese momento de la llamada que indique que alguien te necesita. Si
eso ocurre y tu teléfono suena te puedes enfrentar a dos tipos de donaciones,
que dependerá de cuál es la más adecuada para ese caso en concreto:
* Sangre periférica: Obteniendo células madre de sangre periférica con
inyecciones subcutáneas que harán pasar las células madre de la médula al
torrente sanguíneo.
* Médula ósea: Extrayendo sangre medular de la parte posterior-superior
de la pelvis con punciones, bajo anestesia general y con ingreso hospitalario
de 24 horas. Este procedimiento se lleva a cabo en menos ocasiones.
Por último, antes de finalizar con este post, quiero aclarar que está
escrito con la finalidad de dedicarle una parte de la importancia que merece e
intentar animar a tantas personas como sea posible a dar el paso y unirse al registro
de donantes de médula. Pero aquí no hay publicada ni la mitad de la información
que existe y que se necesita saber para ello, eso sí, no quiere decir que sea
difícil encontrar dicha información, pues bastaría con escribir las palabras ‘donación
de médula’ en Google y entrarían en acción grandes webs como la de la Fundación
Josep Carreras, dispuestas a explicarte de la manera más clara y sencilla todo
lo que necesitas saber. Dicho esto, directos a superar el reto difundido de
1.000.000 de donantes, animo a todo el mundo a plantearse el unirse a nosotros
en el registro, ¿llegaremos al millón?
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